Soy de
abolengo prestigioso, mis antepasados se inician desde hace muchos años, allá en el viejo continente, en
la ciudad de Castilla, España, para ser
más exactos, donde existen decenas de casas que portan con orgullo este ilustre
apellido.
El primer
Martínez que llegó a América lo hizo en la expedición con los tres socios de la Conquista, en busca
de El Dorado, cuenta la historia que al pisar suelo incaico los hombres estaban
dispuestos a desertar, cuando Francisco Pizarro toma su espada desenvainada y
traza una raya diciendo, cruzando esta línea se va al Perú a hacerse ricos, los
que quieren seguir siendo pobres vuelvan a España.
Fernando
Martínez Alcántara que tenía como único sueño hacerse rico en tierras incas
cruzó la línea y luchó por conquistar el imperio Incaico, haciéndose de
riquezas y lujos, tras la derrota de los incas. Años más tarde, en el
virreinato del Perú, Alfonso Martínez Navarro gran amigo de aquel virrey que se
enamoró de una jovencita llamada Micaela, se encargó de aumentar la
descendencia, la familia creció.
En el año
1800 los criollos Martínez iban aumentando e iba naciendo en ellos pensamientos sobre la independencia del Perú,
dejaron atrás los pensamientos de Conquista y las revoluciones no se hicieron
esperar, cuenta la historia que Arturo Martínez peleó al lado de Mateo
Pumacahua por liberar al Perú del dominio español.
Aunque ya
se había proclamado la Independencia del Perú, los españoles seguían aquí y no
querían dejar el país, dicen los escritos, que Pedro Martínez participó con
coraje y luchó en la batalla de Tarapacá, quedando por finalizado el Virreynato
del Perú, y dando inicio a la República.
Y como
todo tiene su recompensa, después de haber luchado tanto los Martínez de esa
época, mis antepasados vivieron con la
satisfacción de haber colaborado con el Perú. Muchos gobiernos transcurrieron,
pero los Martínez nunca perdieron el buen nombre y el reconocimiento de los
demás, hicieron fortuna y se convirtieron en una de las familias más
reconocidas del Perú colonial.
Tiempo
después los conflictos en el País empezaron, la era del guano y el salitre eran
todo un boom en la sociedad, Francisco Martínez había preferido dejar las
riquezas en Lima, y enlistarse en el ejército militar, por esos años Chile nos
declaró la guerra, y al pobre abuelo de mi bisabuelo no le quedó más remedio
que pelear por defender a su patria.
Pero la
historia no termina allí, cuentan los escritores que mi pariente fue muy
valiente y peleó al lado de grandes figuras insignes de la patria, como
Francisco Bolognesi y quizás si hubiera
sobrevivido a la guerra del Pacífico nos hubiera contado como es que Alfonso
Ugarte fue capaz de aventarse del Morro de Arica por defender su bandera.
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